MI COMPROMISO CON ROCHA
En el día de ayer asumimos la banca de diputados por nuestro
departamento. Mi tierra. Ello significa un honor inconmensurable. Especialmente
para quienes amamos la política y la entendemos como una herramienta para
luchar por una sociedad mejor.
Lo hacemos desde una doble condición
inescindible: de blanco y de rochense. Y eso genera un compromiso; el de
representar los intereses de nuestro pueblo y territorio; intereses que superan
lo partidario y que nos obligan a hacer un bloque común para ello con aquellos
que, aún pensando diferente que nosotros, sienten la misma urgencia de
soluciones a los problemas y vicisitudes que lo aquejan. En tal defensa no
dubitará nuestra mano ni nuestra palabra en tenderse hacia quién sea, con el
común objetivo de decir Rocha está primero. No es esto propiedad de quién lo
escribe; sino una conducta inveterada en la historia del Partido Nacional, aún
contra sus intereses electorales.
Lo segundo es el ser blanco, con lo que
significa la raigambre de historia y tradiciones. Y ello lo asumo con el
orgullo de sumar mi voz a la de mi Partido. Y en ese marco, naturalmente
daremos batalla por nuestras convicciones y seremos tenaces opositores a todo
aquello que entendamos que no conlleva a la felicidad pública o bienestar
colectivo. El país nos dio la responsabilidad y el rol de oposición y lo
cumpliremos a rajatabla; no es ello lo que nos gusta, pero así debe ser. A
otros les corresponde gobernar. Son los roles que la democracia impone. Ya será
nuestro turno. Pero asimismo, por convicción y por condición de vida, porque
amamos construir, ejecutar, hacer; también queremos ser propulsores de
iniciativas que sin importar si benefician al gobierno de turno o no, siempre
que redunden en visiones positivas para el país y nuestro departamento. Sobre
tal trillo andaremos en breve.
Es cierto, a partir de hoy somos en principio
uno más en 99 diputados. Encima, de la oposición; la que no tiene mayorías y
por ello somos mesurados con las expectativas, no nos creemos la palanca que
moverá al mundo; pero sin perjuicio de ello tenemos la certeza de poder hacer
sentir nuestra voz. Para ello trataremos de ser la amplificación de las
inquietudes de nuestros pagos y de las necesidades del país.
Recorreremos el
departamento como corresponde y escucharemos a los vecinos sin distinción de
ideas o credos y trataremos de ser humildemente el vehículo de sus inquietudes.
No es esta otra cosa que la obligación de la función que asumimos. Lo haremos
pensando en la sociedad en un todo y como norte en los mejora de los más
necesitados, para construir una sociedad más justa y equitativa.
También
participaremos, propondremos y daremos debate en los grandes temas nacionales.
No creemos que los diputados por provenir de un departamento más o menos
alejado de la capital, estén mutilados en su accionar o debatir, o limitados a
discutir cosas locales. Los rochenses deben de tener como colectividad su voz
en el ámbito nacional.
La labor de diputado no nos hace ni mejores ni
distintos. Nos agrega como toda función pública más responsabilidades. Algunos
me han sugerido que debo cambiar algunas actitudes o formas de ser, asumir la
"imagen" que la función demanda. Me niego. No paso a ser ni de mármol ni de
bronce. Pobre de mí si eso creyera. Soy el mismo de ayer y de anteayer. El que
todo el mundo conoce. Esto no me va a hacer cambiar, sino solo en el ámbito de
los deberes.
Hoy ingresaré a un despacho vacío. Llevaré conmigo un ejemplar de
la Constitución de la República. Ese cuerpo normativo que es el resumen de
nuestra democracia y nuestra república, la que hace posible nuestra convivencia
en la diferencia. Juro defender su permanente vigencia y hacerlo con honor.
Nunca más épocas oscuras.
Quiero agradecer especialmente al maravilloso
conjunto humano que es nuestra hermosa y ciclópea agrupación, con quienes me
siento ligado por intensos sentimientos de afecto y hermandad. Han sido muchos
años de militancia donde a lo largo del tiempo hemos podido conocer el rostro y
el alma de cada compañero, a sentir su abrazo y afecto, a escuchar sus palabras
y aprender de ellos, con humildad. Ellos son la carnadura real de la acción
política, la razón de ser de los que asumen posiciones de decisión. Hoy
simplemente llego adonde estoy gracias a ellos y su apoyo. Nuevamente mi
agradecimiento con cada uno de ellos. Y pido que me acompañen, que no me dejen
solo, que sigo necesitando de sus palabras y consejos, de sus ideas y problemas
y propuestas para tener los pies sobre la tierra y poder ejercer mi función
mejor y cerca de la gente.
También agradecer a mi familia de sangre, los que
están y los que no están, que son mis ricas raíces de más de un siglo de
militancia; los que por vía de sangre me hicieron lo que soy y lo que pienso.
Agradecer más que especialmente por último - pero primero en la vías de los
hechos - el apoyo recibido a mi hogar, sufrido hogar que tanto amo, el cual
sufre los embates de estas pasiones, que espero sepan comprender y mis hijos
algún día compartir, amar y sumarse para ser partícipes de esta correntada
histórica que es nuestro Partido. Este compromiso tiene sus costos familiares,
laborales y económicos pero nos arrastra una pasión muy fuerte que es la vocación
de servicio a la comunidad. Esperemos que todo valga la pena. Creemos
firmemente que así será.
Por todo ello hoy asumimos un doble compromiso: de
trabajo y de ideas; que una cosa sin la otra de poco sirve. Con las
convicciones intactas que existe un Rocha más próspero y posible y que también
existe un país mejor y a la medida de nuestros sueños.
Empezamos.
ALEJO
UMPIÉRREZ (1/7/2015)